Una de las novedades de esta 2a edición del Festival Vila Màgica, es la creación del Concurso de Magia Internacional Fructuós Canonge, avalado y en colaboración con la Federación Internacional de Sociedades Mágicas (FISM).
A este concurso hemos decidido ponerle el nombre de Fructuós Canonge, colaborando con el Ajuntament de Montbrió del Camp, en homenage a la trayectoria de este artista y mago montbrionense, que fue pionero en muchos aspectos del mundo de la magia en nuestro país, y así reconocer su trayectoria, de renombre internacional, que el año pasado celebró los 200 años de su nacimiento. Si quieres participar en el concurso, puedes consultar la página de este a continuación:
Si quieres descubrir más detalles de la trepidante vida de este artista y porqué lo hemos escogido, continua leyendo 👇
¿Quién fue Fructuós Canonge?
Fructuós Canonge i Francesch nació en Montbrió del Camp el 27 de marzo de 1824. De origen humilde, se mudó con su familia a los 7 años a Barcelona. Allí, pasó por muchos pequeños trabajos, hasta llegar al de limpiabotas, mediante el cual se hizo un sitio en la Plaza Real y aprendió que los trucos ayudaban a atraer clientela. Era una época en la que se pasaba hambre en la ciudad y las revoluciones estaban al pie del día, la última de ellas siendo «la Jamancia». Sin participar, Canonge fue detenido por su conocido pensamiento liberal, y llevado a juicio donde se le pidió la pena de muerte. Se salvó de esta gracias a sus contactos en el ejército pero no pudo escapar de una pena de seis años en la flota de ultramar en Cuba, de la que sólo cumplió 11 meses, porque fue amnistiado. Casi muere en un naufragio durante su regreso de Cuba, pero durante el camino de regreso, habiendo pasado por Nueva York, lo tuvo claro: sería ilusionista profesional.
Desde entonces llegó a ser conocido como: «El Gran Canonge», «El Merlín español» y «El Merlín català». Murió en Barcelona en 1890, donde, según la prensa de la época, su entierro fue el más multitudinario que recordaba a nadie.
Fue un gran mago e ilusionista del siglo XIX, de formación autodidacta, que no debutó hasta los 34 años de edad, en el Teatro de los Campos Elíseos del Paseo de Gracia de Barcelona. Después recorrió escenarios locales tanto en Cataluña, como en España, pero también de todo el mundo, incluyendo el sur de Francia y una gira monumental por América del sur, que comprendió Uruguay, Argentina y Paraguay. Esto, lo hizo junto a su esposa, Maria Degà, quien le acompañó en sus actuaciones, actuando como asistente, desde que se casaron en 1866.
- Maria Degà y Fructuós Canonge. Imágen cedida por el Ajuntament de Montbrió del Camp
Actuó ante figuras políticas de primer orden en su tiempo, como fueron la reina Isabel II de España, Amadeo de Saboya y Alfonso XII. Se dice que Canonge era un hombre de ideología republicana y que, delante de los monarcas, exhibió su punto rebelde y sin embargo lo llenaron de títulos y condecoraciones. He aquí un dicho de la Barcelona decimonónica: «Tienes más medallas que Canonge».
Su paso por Barcelona sigue bien visible. Permanece en una placa en la Plaza Real con la inscripción: «Limpiabotas Canonge» en honor a sus orígenes; y en una pintura mural, en la calle Pas de l’Ensenyança, on nuestro mago aparece sacando un conejo de su sombrero de copa.
Asimismo, en los registros de la Biblioteca Nacional de España, está recogida la primera publicación dedicada a la biografía de un mago. Escrita en 1875, está dedicada a Fructuós Canonge.
Pese a gozar de gran éxito y recibir muchas medallas, Canonge acabó muriendo pobre. Se mantuvo humilde en alma y mente, haciendo donaciones del dinero que ganaba ayudando a causas de caridad. Incluso una vez retirado de la magia, abrió una tienda de limpiabotas, donde a menudo cedía su material o lo regalaba a aquellos niños sin recursos del barrio para que pudieran trabajar.
- Mural centenario de Fructuós Canonge al Pas de l'Ensenyança. Restaurado el 23/07/2003 por el Institut de paisatge Urbà de Barcelona.
¿Por qué este artista para el nombre del concurso del Festival Vila Màgica?
Canonge nació en una época marcada por grandes cambios sociales y culturales, lo que influyó profundamente en su interés por el mundo del entretenimiento y el arte escénico. Con una pasión natural por la magia, empezó a explorar las técnicas de ilusionismo desde una edad temprana, desarrollando un estilo único que combinaba elegancia, técnica y un fuerte sentido de la narrativa.
Sus espectáculos se caracterizaban por una combinación de ingenio y sofisticación, y con frecuencia incorporaban elementos teatrales que daban a los trucos un aire de misterio y fascinación. Su capacidad para innovar le llevó a ser reconocido tanto a nivel local, como internacional, consolidando su reputación como uno de los grandes nombres de la magia de su época.
Fructuós Canonge también fue un pionero en el uso de la magia como forma de expresión cultural, inspirando a otros artistas con su compromiso con el perfeccionamiento constante y la creatividad. Su trayectoria como ilusionista es recordada con admiración en Montbrió del Camp, donde su legado sigue siendo fuente de inspiración para las nuevas generaciones de magos y artistas.
No es cada día que surgen figuras de este calibre, capaces de inspirar no sólo a través de su arte, sino también de su propia historia y personalidad, a generaciones futuras. Creemos que Fructuós Canonge es un gran referente local catalán que tuvo un gran impacto no sólo en la Barcelona de su momento, sino también en el resto del mundo. Que merece ser recordado y que representa el tipo de magia que queremos atraer desde el Concurso Internacional de Magia del Festival Vila Màgica. Una magia, que no entiende de edades. Basada en el esfuerzo y la dedicación, pero sobre todo en la pasión y la innovación provenientes de la perseverancia y voluntad de traspasar las limitaciones de lo conocido, con la intención de producir el efecto de fascinación que cautiva la atención y los corazones de las personas, haciéndoles imaginar que otro mundo es posible.